Esa pregunta me ronda la mente una y otra vez, como un eco persistente en el fondo de mi alma. ¿Y si el destino me une con alguien que no deseo? ¿Qué pasaría si mi compañero predestinado fuera un hombre mayor, de aspecto descuidado y carácter insoportable? Soy una Alpha, o al menos, la hija del Alpha, y no estoy dispuesta a conformarme con menos de lo que creo merecer.Pero el universo tiene un extraño sentido del humor.En lugar de ese escenario que tanto temía, me envió a alguien que parece haber sido esculpido por los propios dioses. Un hombre de presencia imponente, con un cuerpo digno de admiración y un rostro que parecería haber sido creado en un momento de divina inspiración.Y, sin embargo... no lo quiero.Porque no es solo su apariencia la que lo define. Es mucho más que eso. Él es el Rey Alpha, el líder supremo, el que está por encima de todos... y también, lamentablemente, es un tirano. Su poder es inmenso, su voluntad inquebrantable, y su corazón... un misterio que no estoy segura de querer descifrar.Así es como el destino juega con nosotros: entregándonos lo que deseamos en apariencia, pero ocultando en ello lo que más tememos.