Un lugar donde la vida se encuentra a gusto: esa es la poesía de Carlos Murciano. Y en ese lugar que es su ámbito de introspección y altura, sobre otros muchos, también en esta ocasión, tres lugares que son aliento sostenido del autor y su sombra: el mundo como lugar de la experiencia; el amor como lugar de la armonía; Dios como lugar de la esperanza. Los tres lugares de un hombre que hila desde su rueca la fibra que sostiene en equilibrio la bifronte certeza de la poesía y el tiempo.