CRISTINA BRAVO-FERRER MORENO / MARÍA DE LA LUZ BRAVO-FERRER MORENO
En el año 2020 a causa del estado de alarma producido por la pandemia por COVID-19, se redujo considerablemente la detección de la infección por Helicobacter pylori mediante el test del aliento, por razones de seguridad biológica frente al coronavirus. Es por ello que aumentó la prescripción del test de antígenos en heces, tanto para la detección inicial de la infección por Helicobacter pylori, como para el control tras realizar el tratamiento erradicador de la misma. La herramienta considerada Gold Standard para la detección del Helicobacter pylori tanto al inicio como tras el tratamiento para comprobar su erradicación, es el test del aliento. Éste se basa en la detección de la bacteria a través de su capacidad de degradar la urea gracias a su enzima ureasa. Consiste en una toma inicial basal del aliento del paciente antes de la administración de un comprimido de urea marcada con 13C y otra a los 20 minutos para detectar 13CO2 producido por la ureasa de la bacteria.