Me volví adicta a quejarme, a enfermarme para atraeratención y de esta manera sentirme amada e importante.Pero algo fue determinante para mi vida, mi viaje interior,me ayudo a salir de ese infierno y me hizo ver por primeravez, que había una posibilidad, que no era una víctima degente mala, simplemente había creado un escenario dóndesabía moverme, lo dominaba totalmente y me hice daño.Un día que sentí que debía compartir mi propiaexperiencia a los demás, porque me hallaba en la crisis másfuerte y difícil de la historia de mi vida, una voz en mi interior me estímulo a contar al mundo algo que era familiar para mí.Este fue un proceso que viví personalmente y con el cualalgunas veces me vuelvo a rehacer. Ahora que tengo laoportunidad de compartir con otros mi vivencia, mi viajeinterior, me siento feliz, plena, viva y puede ser que aún haya desafíos por superar, pero al menos ahora soy causa de mis resultados y no efecto de los actos de otros.
