En un original planteamiento artístico que combina letra y bellísimas imágenes, la eximia conocedora del poder evocador de la palabra que es Constanza Aimola nos regala veinte cuentos de carácter intimista y uno de los mejores volúmenes aparecidos no solo en Colombia sino en Hispanoamérica en lo que va del nuevo siglo. Los personajes inolvidables de esta obra llevan al lector a añorar la infancia, revivir la juventud y enfrentar la madurez con una sonrisa. Una obra maestra por donde se la vea.