HANS CHRISTIAN ANDERSEN / ARIANNA RICARDO
Había una vez un emperador al que tanto importaban sus vestidos, que encargó un traje nuevo a dos bribones que prometieron hacerle un traje con una tela tan especial que solo podrían ver quienes no fueran tontos. Los bribones pidieron maquinaria y materiales para confeccionar el traje nuevo que les encargó el emperador. Y este les concedió todo lo que pidieron. La tela era tan especial que nadie podía verla. Nadie, nadie hasta que un niño se dio cuenta de lo que pasaba