En Cartografía en la piel de los vencidos el mito de Orfeo y Eurídice sirve al autor para adentrarse en el más profundo de los dolores conocidos, el que sufre el personaje mitológico que tiene que enfrentarse —no una sino dos veces— a la pérdida del ser al que ama. Creado y esculpido en un tono desolador y oscuro, conjugando el verso blanco con la prosa poética, el poemario nos seduce por su rico lirismo expresivo y la comprensión sensorial del mundo que rodea a sus protagonistas, donde cada asunto, objeto e intención acentúa el dolor que comprende, tan solo, quien ha amado.