Este libro es un pretexto para cerrar una colección, Concretamente la Biblioteca Añil Literaria. Una colección que comenzó en 2005 y que durante 15 años ha publicado a algunos autores, a algunos poetas de esta tierra. No a la mayoría de los que aquí aparecen y sí a muchos otros, buenos poetas, que se han quedado fuera por razones de edad. Termina con este leve homenaje a unos hombres y unas mujeres que con sus versos escribieron un poco de nuestro espíritu, y fijaron en alguna medida el alma de esta tierra, dispersa e inasible. Comienza con Juan Alcaide, a quien casi todos consideran el padre o fundador de poesía manchega, nacido en 1907, y se culmina, 50 años después, con dos mujeres poetas nacidas en 1956; la toledana María Antonio Ricas y la conquense Amparo Ruiz Lujan. Si 50 años era, a modo aproximado, el ámbito temporal, cincuenta había de ser el número de los elegidos. Tan arbitrario como cualquier otro, pero el libro, forzosamente debía ser pequeño.